El termómetro es un instrumento que se usa para medir la temperatura. Su presentación más común es de vidrio, el cual contiene un tubo interior con mercurio, que se expande o dilata debidos a los cambios de temperatura. Para determinar la temperatura, el termómetro cuenta con una escala debidamente graduada que la relaciona con el volumen que ocupa el mercurio en el tubo. Las presentaciones más modernas son de tipo digital, aunque el mecanismo interno suele ser el mismo.
El primer aparato que se creó con esta finalidad fue obra de Galileo Galilei, en 1592, y recibió el nombre de termoscopio. No se utilizaba mercurio. No fue hasta 1612 cuando el termómetro redujo sus dimensiones y empezó a tener una aplicación específica para el diagnóstico médico, gracias a Santorre Santorio. Ya en el siglo XVIII, concretamente en 1714, se creó el primer termómetro de mercurio: fue un invento de Daniel Gabriel Farenheit, quien además, como puede deducirse, dio nombre a uno de los estándares para la medición de la temperatura más empleados en todo el mundo.
La escala establece como las temperaturas de congelación y ebullición
del agua, 32 °F y 212 °F, respectivamente.
El método de definición es
similar al utilizado para el grado Celsius (°C).
ENLACE para repasar la temperatura de los cuerpo.
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